MA’HAI combina equilibradamente las notas clásicas del enebro y coriandro con sabores singulares provenientes, principalmente, de flores y frutos.

Entre sus trece botánicos se destaca la sutil astringencia del calafate, un fruto silvestre exclusivo de la Patagonia que distingue a esta bebida.

A la vista es transparente e incoloro. Al mover el líquido, las lágrimas que caen lentamente por las paredes de la copa anticipan su cuerpo y untuosidad.

En nariz, MA’HAI resulta misterioso y elegante, con fragancias amables que recuerdan a las brisas estivales de las estepas y montañas patagónicas, plenas de flores silvestres y frutos maduros. El alcohol aparece en un segundo término, con menor intensidad que el resto de los aromas.

En boca es suave y a la vez intenso, con un largo recorrido. Al inicio, MA’HAI se presenta amable y envolvente, con un tacto untuoso, aterciopelado. Aparece el enebro aportando su base de resina y acompañando de fondo la fresca delicadeza del resto de los botánicos, con una vía retronasal donde vuelven a aparecer las flores y frutos para cerrar, en un largo final, con toques terrosos junto con la astringencia y dulzura del calafate.